martes, 1 de septiembre de 2015

A las trincheras

¿Y si el mañana nunca llega? ¿Y si yo te anhelo y es en vano? ¿Y si sueño y no me sueñas? ¿Y si este deseo que me mantiene insomne es efímero e inútil? ¿Y si no es eso lo mejor que ha de llegar a mí?
 
¿Y si te busco y no te encuentro? O, peor aún, ¿y si encontrándote te pierdo? ¿Y si me escondo y no me encuentras? ¿Y si te temo más que al mismo miedo?
 
 
 
 
Eres todo, eres nada. Luz que se desvanece al llegar el nuevo día, que revive con cada noche, cada luna, con un cariz más alegre y sereno. Más real en tu visión, manojos de sueños que se han unido hasta dar una forma, una figura, y un olor.
 
Una voz. Un escalofrío recorre mi piel al sentir tus pasos, tu mera presencia, un sencillo recuerdo, una mirada perdida, un ayer buceando hasta dar con el "hoy", buscando ese "mañana" que no encuentra su hora. Ayer que no muere, mañana tardío, temor consecuente, plenitud y vacío. Todo, y nada.
 
¿Y si eliminamos el espacio? ¿Y si el tiempo no es más que una farsa? Tan sólo tendríamos el Aquí y el Ahora.
 
 
"Pero supera el espacio, y nos quedará sólo un Aquí. Supera el tiempo, y nos quedará sólo un Ahora. Y entre el Aquí y el Ahora, ¿no crees que podemos volver a vernos un par de veces?" (Juan Salvador Gaviota- Richard Bach)
 
¿Y si el sol diera una tregua?
 
 
Y perderme en este sueño que te sueña, canción de cuna que hoy no canto, arrullo y calma. No hay distancia, no hay tiempo. Aquí y ahora, no hay ni ayer ni mañana. Todo y nada. Todo o nada, no hay más opción.
 
Aquí y ahora susurras este "no", bajito, muy bajito, por miedo a sentir las consecuencias. Y las sientes, pues este "no" como dice Albert Espinosa abre paso a otros síes. Este sí de hoy, y el de mañana, y pasado mañana. Uno real, un todo sin farsas. Aquél que pronunciaste con un ligero temblor y al tiempo que dabas un paso al frente aparcabas tu imaginación y ponías el primer ladrillo de la que sería esta "casa" que un día soñaste. Y ese otro "sí" que es tan lejano, que se resiste y se confunde entre la niebla, tal vez te aguarde en el mañana. Habrás de vivir para entenderlo, para comprender qué sentido tienen estas pisadas, que no fueron soñadas ni deseadas, pero que hoy son queridas. Y es que la felicidad tiene a veces una manera muy curiosa de llegar hasta uno.
 
 
Pasito a paso. Primero, lunes, y después martes. Enero y febrero. Uno, dos y tres. Así es como debe ser, las prisas nunca traen nada bueno.
 
 
Bien lo sabe septiembre, por más nombres extranjeros que tratemos de darle en el fondo sabemos que la reentré es otra vuelta al trabajo, a la universidad, al colegio, a los horarios. Tal vez no lo esperabas así, "¡no es así cómo debía ser!" te empeñas en decir. Pensabas que te encontrarías en otro puesto de trabajo, o al menos, ¡en alguno!. Y desde luego, no esperabas esas asignaturas extra con las que ibas a tener que cargar este curso. Hubo una vez que lo soñaste, qué digo una, ¡cien lo menos!, y te ilusionaste haciendo planes para vivir todo un año fuera, aprender inglés, conocer otra cultura y a otras personas, vivir una experiencia que se te antojaba única y muy especial. Reentré, vuelta al cole, lo mismo da. Septiembre nos ha pillado desprevenidos, aún con sal de mar entre el cabello, collares de conchas y uñas descoloridas. Noches que hicimos eternas, corazones de vuelta y media, "rebujitos" aquí y luego allá, recuerdos que caerán  sin gracia alguna en nuestra memoria mientras nos atamos los cordones para ir a la batalla. ¿O qué es septiembre sino una batalla? Los expertos dirán lo que quieran, pero opino que la depresión post-vacacional tan manida no es más que un disfraz con el que tratamos de ocultar la verdad: septiembre nos da pe-re-za.
 
 
Aún así, aquí estamos, escribiendo con cuidado cada meta de este curso, sin hacer borrones, con letra bonita y márgenes adecuados, que empezar bien es el primer paso, y después el segundo, y cuando las fuerzas desfallezcan: ¡a las trincheras!
 
¿Y si el mañana nunca llega? ¿Y por qué habríamos de esperarlo? ¿Por qué dejarnos a su merced y no poner medios para alcanzarlo? Lunes y martes, pasito a paso, tú decides su significado.